Problemas de conducta
El cerebro de los niños pasa por diferentes etapas y, en todas ellas, es normal que surjan conflictos, dudas o preocupaciones.
Una mala conducta puntual es un indicativo de que su cerebro se está desarrollando correctamente: está aprendiendo nuevas formas de interactuar, estar en el mundo y relacionarse con su entorno. A veces esas malas conductas se alarga en el tiempo y causan malestar familiar, frustración y agotamiento emocional.
Si tu hijo o hija presenta conductas alargadas en el tiempo como rabietas, poco control de la ira, problemas de socialización, mala gestión emocional, fobia escolar, celos, mutismo, mala relación entre hermanos… consúltanos para que podamos ayudaros a poner pautas y herramientas para recuperar el bienestar familiar.
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