PSICOLOGÍA INFANTIL, EN ADOLESCENTES Y ADULTOS
PSICOLOGÍA INFANTIL
La psicología infantil no tiene nada que ver con la de los adultos. Por esta misma razón la ayuda infantil debe ir encaminada a manejar con solvencia los problemas emocionales de la infancia.
Los niños son como una “tabula rasa”, como un folio en blanco. Todo cuanto ocurre a su alrededor va dejando una huella en el niño. Cuanto mayor sea la intensidad de los acontecimientos o su duración en el tiempo, la huella será más grande y de mayor calado. Todos los acontecimientos que viven, muchas veces como espectadores pasivos, van dejando una marca. Todos estos sucesos van modelando su carácter.
Esto no quiere decir que todo lo que viven de pequeños condicione su forma de vida a perpetuidad. Aquí es donde cobra vital importancia la ayuda especializada que les podamos proporcionar.
Nuestra terapia infantil busca conseguir que el niño gane independencia y autonomía para ir resolviendo las situaciones que le presenta la vida.
PSICOLOGÍA EN LA ADOLESCENCIA
Podríamos definir la adolescencia como un periodo de cambio en la vida del sujeto. Desde los 12-13 años hasta los 19-20 años se extiende este periodo de la vida en la que el niño dice adiós a su infancia y empieza a prepararse para la vida adulta.
Los cambios que se producen en estos años no son solamente físicos, sino también psíquicos, sociales y sexuales.
Todos estos cambios despiertan la curiosidad, inseguridad y ansiedad. Curiosidad y la expectación del adolescente que no sabe muy bien hasta dónde llega la normalidad en todos estos nuevos procesos. Ansiedad ante la incertidumbre y la inseguridad hace que estén más pendientes de sí mismos, se sienten cohibidos y observados tanto por su entorno familiar como social.
Nuestra terapia con adolescentes busca darles un entorno seguro donde puedan expresar todos sus sentimientos y emociones y acompañarles en el proceso de crecimiento personal.
PSICOLOGÍA EN ADULTOS
A lo largo de la vida nos vemos obligados a enfrentar diferentes situaciones que pueden provocar un desequilibrio psicológico y dar lugar a diferentes problemas. Problemas como la ansiedad, la depresión, las fobias, los miedos o las obsesiones provocan un gran malestar y afectan profundamente el desempeño de la persona en todas sus áreas de actuación, desde el ámbito laboral hasta sus relaciones de pareja o en el seno de la familia.
Desgraciadamente, muchas personas ni siquiera son conscientes de que sufren problemas psicológicos y por eso no solicitan ayuda. Otras simplemente se resignan a vivir con ese malestar. Sin embargo, con el apoyo psicológico adecuado es posible aprender a controlar esos molestos síntomas o incluso eliminarlos por completo.
Nuestra terapia como objetivo procurar el bienestar de las personas y mejorar su calidad de vida, brindando herramientas que les permitan afrontar los conflictos de forma constructiva y para establecer una relación más saludable con el mundo que nos rodea.
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